Por: Isis Burgos Jáquez, Febrero 2025.

El manejo de conflictos es un proceso esencial tanto en el ámbito laboral como en el educativo. Los conflictos no son eventos aislados, sino procesos dinámicos que evolucionan a lo largo del tiempo y requieren una intervención efectiva para su resolución. En este artículo, exploraremos diversos modelos de manejo de conflictos, analizando sus fases, etapas y los requerimientos necesarios para su manejo adecuado. Estos modelos, desde el Modelo Lineal de Harvard hasta el Modelo Sistémico de Gestión Estratégica de Conflictos, ofrecen marcos útiles que pueden aplicarse en diferentes contextos.

1. Modelo Lineal de Harvard

Este modelo se centra en un enfoque estructurado para la resolución de conflictos, abarcando cinco etapas esenciales:

• Preparación y Planificación: Antes de abordar el conflicto, es crucial identificar los intereses y necesidades propias y de la otra parte. En esta fase, se hace un análisis exhaustivo de lo que se espera lograr con la resolución.

• Identificación de Intereses: En lugar de centrarse solo en las posiciones adoptadas, es importante profundizar en los intereses subyacentes que motivan a las partes involucradas.

• Generación de Opciones: Esta fase implica la creación de soluciones creativas y alternativas que puedan satisfacer las necesidades de ambas partes.

• Evaluación y Selección de Opciones: Una vez generadas las opciones, se evalúan y se selecciona la solución más adecuada que sea aceptable para todos los involucrados.

• Implementación y Seguimiento: Finalmente, se pone en práctica la solución elegida y se realiza un seguimiento para asegurar que se logre una resolución efectiva.

Requerimientos: Este modelo requiere habilidades de comunicación efectiva, empatía, flexibilidad y una actitud de resolución de problemas. Los actores deben estar dispuestos a negociar y ser flexibles en su enfoque, con la capacidad de adaptar sus expectativas según sea necesario.

2. Modelo de Solución de Conflictos Dual

El Modelo Dual describe cinco posibles formas de abordar un conflicto:

• Ceder: Priorizando la relación sobre los intereses individuales.

• Negar: Ignorando la existencia del conflicto.

• Imponer: Imponiendo una solución sin considerar las necesidades de la otra parte.

• Negociar: Buscando un compromiso que permita satisfacer en parte las necesidades de ambas partes.

• Colaborar: Trabajando juntos para encontrar una solución que beneficie a todas las partes involucradas.

Requerimientos: Este modelo exige que los actores reconozcan el tipo de conflicto que enfrentan y elijan la estrategia adecuada. Es esencial la habilidad de adaptarse y mantener la disposición a la negociación y colaboración.

3. Modelo Sistémico de Análisis y Gestión Estratégica de Conflictos

Este modelo plantea un enfoque más holístico, considerando que los conflictos evolucionan en diversas fases:

• Gestación: Identificación de las causas iniciales del conflicto.

• Maduración: Desarrollo del conflicto, con aumento de la tensión.

• Incidente: Momento crítico en el que el conflicto se manifiesta claramente.

• Desarrollo de Circunstancias: El conflicto continúa evolucionando, y las partes exploran posibles soluciones.

• Secuelas: Reflexión sobre el impacto del conflicto y los aprendizajes obtenidos.

Requerimientos: En este modelo, se requiere una comprensión profunda de la dinámica del conflicto y la capacidad de aplicar estrategias para desescalar la tensión a medida que el conflicto se desarrolla.

Conclusión

El manejo de conflictos es un proceso complejo que requiere una intervención adecuada en cada una de las fases del conflicto. Cada modelo tiene sus características particulares, pero todos comparten la necesidad de una comunicación efectiva, empatía y flexibilidad. Al aplicar estos modelos de manera adecuada, se pueden resolver los conflictos de forma constructiva, mejorando tanto las relaciones interpersonales como los resultados organizacionales.